miércoles, 24 de agosto de 2011

Huída

Se mata una hiji. Una que conocía. Una que buscaba a su #hermanonacidoencautiverio. Escribo algo en el facebook, muy en caliente. Único modo de que la noticia no me lleve puesta. Único modo de pensarlo y de llorarla. Causa sensación. Se comparte a troche y moche. Sale en la prensa del partido. Recibo decenas de mensajes y hasta un par de denuncias. Viaje al pasado. Desde mi exilio alemán, las redes sociales son lo único que me mantiene unida a mi Pueblo Montonero. Mi conexión es full time. También hablo por teléfono. Esto no es normal. Me encierro en casa, no salgo, hago todo el día como que escribo pero no escribo. El último soldadito mental que permanece alerta me sopla al oído: andate a Berlín. Alcanzo un tren que ya se escapa del andén, salto y subo.

2 comentarios:

Jony Perel dijo...

como extrañaba a esta princesa, a la que puede hacerme llorar una vez más, y sin embargo no tengo nada que reprocharle a su narración. la quiero asi.

Anónimo dijo...

la quiero así, con su cabecita hueca...
tangazo!
lila